El gobierno chileno había considerado como principal objetivo destruir la poderosa embarcación peruana el Huáscar, de manera de continuar con éxito las maniobras militares. A esas alturas del conflicto, Grau comandando el Huáscar, había entorpecido el transporte de tropas chilenas, capturando barcos con refuerzos chilenos, bombardeado los puertos del norte, lo que mantenía en jaque a la escuadra chilena.
En esa situación, las autoridades chilenas fueron avisadas que el monitor Huáscar y la corbeta Unión pasarían a la altura de Antofagasta la noche del 7 al 8 de octubre. Inmediatamente idearon el plan de ataque, el que estuvo a cargo del Ministro de Guerra Rafael Sotomayor Baeza.
Entonces, el Comandante en Jefe de la Escuadra, Galvarino Riveros Cárdenas, salió de Mejillones con el navío Blanco, la goleta Covadonga y el vapor Matías Causiño a las 22 horas. Mientras que el Comandante del blindado Almirante Cochrane, Juan José Latorre Benavente, junto con la corbeta O'Higgins y el buque de guerra Loa, también salieron de Mejillones, pero dos horas más tarde.
Juan José Latorre |
En esos momentos el Huáscar, entraba a la bahía de Antofagasta, pero luego de recorrerla y no encontrar embarcaciones chilenas para hundir, se juntó con la corbeta peruana Unión. Así, ambas naves continuaron hacia el norte y a la altura de Punta Tetas avistaron el humo de los primeros barcos chilenos.
Por esta razón, el Huáscar y la Unión se dirigieron hacia el oeste, pero fueron seguidos por el Blanco, comandado por Riveros. Entonces torcieron al norte y se encontraron con el Cochrane, el Loa y la O'Higgins. Así, el Huáscar comenzó a ser perseguido sin cesar, con infructuosos resultados. Finalmente el Cochrane a la altura de Angamos salió al paso del Huáscar y lo obligó a aceptar el combate. A las 9 horas 40minutos, los buques estaban a una distancia de 2 mil doscientos metros.
El primer disparo del Cochrane, perforó al Huáscar a un pie de la línea de flotación y además causó numerosas víctimas. Otro disparo corto le dio a un elemento importante de la rueda de combate, dejándola casi sin gobierno, y un nuevo disparo perforó la torre de mando y estalló dentro de ella, destrozando al Almirante Grau, de quien solo quedó un pie y la dentadura incrustada en el forro de madera de la torre.
Luego de una hora de combate el Huáscar arrió la bandera, pero fue izada nuevamente por el Teniente Enrique Palacios Mendiburu. Después de la muerte de Grau tomó el mando el Capitán Elías Aguirre; muerto también éste en el combate, le sucedió el Capitán Melitón Carvajal, quien herido de gravedad fue substituido por el Teniente Pedro Garezón.
El Blanco que había llegado al campo de batalla ayudó en esta persecución, hasta que el Huáscar arrió su bandera en signo del triunfo del contrario a las 10 horas 55 minutos, luego de una hora de combate.
Entonces el Huáscar fue abordado por botes del Blanco y del Cochrane y su gente llegó a tiempo de cerrar las válvulas abiertas con intención de hundirlo. Enseguida el Capitán Guillermo Peña tomó el mando del monitor, para llevarlo a Mejillones, mientras que la Unión huyó perseguida por el Loa y la O’Higgins, sin ser alcanzada.
Miguel Grau |
De esta manera, Perú perdió el mejor de sus buques, y también sufrió la pérdida de uno de sus más valiosos, valerosos, inteligentes e hidalgos marinos; Miguel Grau Seminario. Este hecho dejó abiertas las costas peruanas para la invasión chilena.
Fuente: http://www.icarito.cl